Nuestros hijos
son los testigos más directos de cómo funciona nuestro ánimo y nuestras
emociones. Aun cuando deseamos mantenerlos alejados de nuestros problemas, los
niños con su intuición, su sabia inocencia nos adivinan y sufren a la par.
Si
has descubierto los beneficios de Mindfulness y unos minutos de meditación te
están ayudando a estar mejor, compártelo con tus hijos.
Si adviertes que tus
hijos están interesados o muestran curiosidad en tu práctica... qué mejor
momento para hacerlos parte y explicarles lo que implica y lo que significa
para ti. Es emocionante observar como ellos intentarán unirse a tus momentos de Mindfulness o te alentarán a seguir practicando.
En cuanto veas su
curiosidad invítalos a tu práctica… hazlo con amor y seriedad… no lo hagas a
la ligera…ellos se merecen el mismo compromiso que tomas contigo misma…
prepárate con lo necesario y comienza con este ejercicio:
“Toma una botella
de vidrio transparente llena de agua y colócala
sobre la mesa… y pide a tus hijos que miren a través de ella y te digan que ven
del otro lado de la botella.
Probablemente te
verán a ti o a quien esté sentado enfrente de ella.
Vierte ahora una taza llena de bicarbonato de sodio en el
agua y agita la botella.
¿Cómo se ve en
este momento? Pregúntales…
¿Es posible aún
ver claramente qué hay del otro lado?
Probablemente no; el bicarbonato de sodio enturbia el agua y oscurece su
visión.
Al igual que el bicarbonato de sodio en agua,
los pensamientos y las emociones pueden "enturbiar" nuestras cabezas y nublar nuestra mente que
de otro modo estaría más clara…
Después de un
minuto o dos, vuelvan a dar otra mirada a la botella llena de agua...
¿Qué pasa cuando
se deja sola la botella sin tocarla?
Efectivamente,
cuanto más descansa el agua, el
bicarbonato de sodio se va asentando, y el agua se va haciendo más y más clara…
Pronto, todo el
bicarbonato de sodio se asentará en el fondo de la botella, y tus hijos serán
capaz de ver, a través del cristal de nuevo. Podrán volver a verte con mayor
claridad…
Lo mismo es
cierto con nuestra mente, respirando con amabilidad, dándonos momentos de calma, nuestros
pensamientos y emociones que se encuentran alborotados irán
sedimentando y nuestra mente estará más y más clara…”
Usa este gráfico para conversar con ellos sobre uno de los grandes
aprendizajes que nos da Mindfulness y que muchas veces hemos incorporado tarde,
como adultos, a nuestras vidas…
RESPONDER Y NO REACCIONAR
Así casi sin
darte cuenta estarás dándoles a tus hijos increíbles herramientas para
relacionarse con los demás pero sobre todo con ellos mismos.
Contesta sus
preguntas e invítalos a respirar juntos… a experimentar… déjate llevar por esa
mente del principiante que es uno de los pilares de Mindfulness para cada
momento presente y que tus hijos te ofrecen sin saberlo en ese mismo momento…
aprende con ellos…
Un paso más
La práctica con la botella de agua y el bicarbonato que les
describimos ha sido traducida del libro
“The Mindfulness Revolution”, capitulo destinado a los niños escrito por Susan Kaiser Greeland. Un libro donde diferentes maestros y practicantes de Mindfulness cuentan sus experiencias.