Has salido de compras para esta Navidad y de pronto te invaden pensamientos como...
"¿Qué hice todos estos años?" "¿Qué quiero celebrar ?" "¿Para
qué este pino?" "¿Para qué estas compras?"
"¿Que voy a hacer con
mi vida?" "¿Que será de mi estas fiestas?" Ya no sé dónde estoy parada…
En un momento todo lo planificado se vino abajo, todo te
parece ridículo, sin sentido,
difícil…
Te dan ganas de llorar y de salir corriendo… No hay preparación
para estos repentinos ataques de pena,
de preguntas, de angustia, es solo la evidencia que nuestro dolor está intacto
y también es la evidencia de que nuestro AMOR está intacto…
Como las olas del mar… cuando estés en un lugar público y sientas
que te invaden las ganas de llorar, o la rabia y las ganas de gritar, piensa en
las olas… en el mar… cierra los ojos, respira profundamente… no necesitas mucho
tiempo, tomate solo cinco minutos para
ti, tu corazón descansará, sus latidos se reducirán, tus músculos van a
relajarse y tu tensión arterial se mantendrá controlada…
Siente tu respiración al ritmo de ese mar que es tu vida y en las olas que como tu dolor tienen
también su ritmo… respira… y la calma vendrá…
Un paso más.
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